#4
Se vuelve a mezclar realidad y funda del sofá,
cuero y piel.
El trance de tu caricia
me vibra en las encías
y la sombra de la pared me habla
del cielo nublado, del idioma de los tigres;
del tacto de tu lengua.
¿Cómo no vas a llevarte un pedazo de mi carne a tus alturas?
Si ya sabes lo que me pasa con tus manos,
con tus blandos labios, con la blanda vida.
Lo que me gusta y duele
volver a empezar de cero.
¿Cómo no voy a llevarte entrometida entre mis llamas?
Si ya viste de la anchura de mi espalda
de las estrellas y alas que sostengo,
de todo lo que cabe dentro de mi pecho.
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