#6

 Está tu corazón y sus pétalos,

igual que existe la flor y el pecado.

Me arde tu frío en los nervios

porque me abrigas del temblor.


Me sale la luz de la frente;

me salen las nubes, me sale el llanto...

me sales tú cuando salgo a la calle como un Sol

y al fondo del horizonte relumbras.


Me he quitado del misterio, de la mística

y me concentré en la disciplina;

en mesurar las fronteras del estrés.


Por eso conozco los límites y la transgresión,

y si me rompo duele el mundo y duele,

duele el día y duelen sus riendas en mis muelas;

la Luna entrando por tu boca.

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