#9
Te meteré los versos por los ojos
con mis ojos inyectados y pupilas dilatadas.
Te entrarán por el nervio óptico
como la podredumbre
que se queda al fondo de mi paladar.
El mundo ya me ha visto brillar como un cometa
a los 20, 21, 22,
23 y 24, 25,
26.
Así cuentan el tiempo,
las sílabas.
¿De verdad crees
que el lugar de la luna dice donde terminaré?
Me has pasado por la piedra y el colchón.
habremos paseado como un triunfo por las nubes
hasta que devoramos el laurel con ansia,
hasta que fermenté, en tu dulzor.
por eso se rompió el brindis,
por mis sentidos estropeados
por el algodón y la lycra,
el espacio-tiempo separando nuestra golfería.
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