#12

 Hazme el joven que vomitó en tu barrio

desinfectado por el pisco y el amor,

porque hoy, solo veo bichos

agitándome el fuego en la mirada.


Necesito descansar,

tengo el mapa del laberinto tras los párpados

y me he perdido en el mundo

con tal de mirarte hasta el agotamiento.


Estoy besándote con mi saliva salada.

Tú que te has metido dentro de lo sagrado,

abrázame esta noche de mar y desconsuelo.

Dame una baranda para asirme,

tu sonrisa para asarme.

Dame el puto antídoto,

en vez de hacerme sudar el veneno

y devuélveme el sueño,

los sueños que me hacías en un techo sin estrellas.

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